El hosting, o alojamiento web, te permite almacenar tu sitio web en un servidor conectado a internet. De esta forma, tu sitio web estará disponible para que cualquiera pueda visitarlo.

Existen diferentes tipos de hosting, desde opciones económicas compartidas hasta servidores dedicados con mayor control. La elección del tipo de hosting adecuado dependerá del tamaño, tráfico y necesidades de tu sitio web.

Beneficios del hosting:

• Facilidad de uso: No necesitas conocimientos técnicos.
• Escalabilidad: Adapta recursos a tus necesidades.
• Seguridad: Protección contra amenazas online.
• Confiabilidad: Disponibilidad de tu sitio web.
• Soporte técnico: Asistencia en caso de dudas.

Elegir un servicio de hosting confiable es fundamental para el éxito de tu sitio web. Investiga las opciones disponibles y compara precios antes de tomar una decisión.

Tu dominio es la dirección única de tu sitio web en internet. Es como la dirección de tu casa en el mundo digital, permitiendo que las personas te encuentren fácilmente.

Se compone de dos partes:

• Nombre de dominio: La parte principal que escribes en la barra de direcciones (ej. «[se quitó una URL no válida]»).
• Extensión del dominio: La parte final que indica el tipo de sitio web (ej. «.com», «.es», «.org»).

Tener un dominio propio te ofrece:

• Profesionalidad: Da una imagen profesional a tu sitio web.
• Marca: Te ayuda a construir y fortalecer tu marca online.
• Facilidad de uso: Es más fácil de recordar y compartir que una URL larga.

Posicionamiento SEO: Puede mejorar la posición de tu sitio web en los resultados de búsqueda.

Registrar un dominio es sencillo. Elige un nombre fácil de recordar, relevante para tu sitio web y disponible para su registro.

Un dominio es una inversión importante para tu presencia online. Te permite establecer una identidad única y profesional en internet.

Sí. Tener una web abierta requiere ciertos pagos anuales. En concreto, se trata del pago por el dominio (el nombre que va detrás de la www y del alojamiento o hosting que es el espacio de disco que tienes ocupado con los contenidos. Según qué proveedor tengas y el espacio reservado será un precio u otro, pero por dar una cifra orientativa calcula que serán 200-300€ anuales.

Sí. Debes hacerlo. Es una forma muy ágil y eficiente de hacer tu web si aún no la tienes o de optimizar la que tengas. Consulta aquí las opciones que te ofrece el kit digital.

Vender online requiere que tengas una tienda en internet. Esto se puede hacer sobre tu propia web o bien recurriendo a servicios de plataformas de ecommerce que facilitan la gestión de los productos y servicios a la venta y las operaciones administrativas, como puede ser shopify o prestashop.

Además, tienes que saber que para vender online será necesario que dediques tiempo (y/o dinero) a la difusión desde redes sociales o tu web.

Lo primero y más importante, es hablar comprender la filosofía de tu proyecto, el alcance y su magnitud, para poder proponer y asesorarte.

Las etapas del desarrollo web son esenciales para garantizar que un proyecto se complete de manera exitosa. Estas etapas se interrelacionan y se desarrollan en un ciclo que abarca:

Investigación inicial.

Diseño y prototipado.

Programación y desarrollo.

Pruebas.

Lanzamiento y mantenimiento.

El desarrollo front-end se centra en la parte visual del sitio. Aquí se utilizan lenguajes como HTML, CSS y JavaScript para hacer que el diseño sea funcional y responsivo. Este trabajo implica:

• Implementación de maquetas visuales en código.
• Optimización de elementos para dispositivos móviles.
• Pruebas de comportamiento en diferentes navegadores.

El desarrollo back-end es responsable de la funcionalidad detrás de la interfaz. Utilizando lenguajes como PHP, Ruby o Python, se crean bases de datos y se gestionan las conexiones necesarias. Incluye tareas como:

• Configuración de sistemas de bases de datos que almacenen la información.
• Implementación de la lógica de negocio que hará que el sitio web funcione.

Desarrollo de APIs para la integración con otros sistemas